¿Por qué tengo antojo de té? – 5 razones

El té, la infusión aromática de hierbas, especias u hojas de la planta del té, ha sido durante mucho tiempo la bebida preferida de muchos. Pero ¿alguna vez te has preguntado por qué se te antoja el té? ¿Qué desencadena este sentimiento y cómo responde tu cuerpo? Descubre hoy ¿Por qué tengo antojo de té? – 5 razones

¿Por qué se te antoja el té? Es posible que necesites un refuerzo de cafeína o un toque calmante, o incluso que tengas una deficiencia de nutrientes. 

En esta publicación, analicemos la ciencia detrás del antojo de té y las posibles razones detrás de ello. Entonces, ¡sigue leyendo para saber más!

¿Por qué tengo antojo de té?
¿Por qué tengo antojo de té?

¿Por qué tengo antojo de té? 

A continuación se presentan algunas posibles razones por las que se le puede antojar el té. 

1. Aumento de cafeína

Una de las razones más comunes por las que se antoja el té es la presencia de cafeína. Sí, el té tiene cafeína, un estimulante natural que ayuda a aumentar el estado de alerta y la concentración. 

La cafeína activa el sistema nervioso central y estimula la liberación de dopamina, mejorando el estado de ánimo y los niveles de energía.

Además, el contenido de cafeína del té es menor que el del café, lo que significa que puedes disfrutarlo sin los efectos nerviosos asociados con la ingesta de café.

2. Deficiencias de nutrientes

Una de las razones más comunes por las que las personas anhelan el té es la deficiencia de vitamina C. La vitamina C fortalece tu sistema inmunológico y aumenta la producción de colágeno, que es esencial para la vitalidad de tu piel. 

Si le falta vitamina C, su cuerpo puede desear alimentos y bebidas con alto contenido de este nutriente, como el té. El té (especialmente el té negro) contiene antioxidantes que pueden ayudar a estimular su sistema inmunológico y proporcionarle a su cuerpo la vitamina C que tanto necesita.

Otra razón por la que se te puede antojar el té es la deficiencia de hierro. El hierro es un mineral esencial para la producción de glóbulos rojos. Si le falta hierro, es posible que se sienta fatigado, mareado y con dificultad para respirar. 

La respuesta de su cuerpo a una deficiencia de hierro es desear alimentos y bebidas con alto contenido de hierro, como el té. El té negro, en particular, contiene un compuesto llamado catequinas que puede ayudar al cuerpo a absorber el hierro de otros alimentos.

La pérdida de fósforo es otra razón por la que se le puede antojar el té. El fósforo es un mineral esencial que ayuda al cuerpo a producir energía, mantener huesos y dientes sanos y regular los niveles hormonales. 

Una deficiencia de fósforo puede provocar debilidad muscular, dolor en las articulaciones y fatiga. Si su cuerpo tiene poco fósforo, es posible que le apetezca el té, que es una fuente natural de este mineral. 

El té verde, en particular, es rico en fósforo y puede ayudar a proporcionar a tu cuerpo los nutrientes necesarios para funcionar correctamente.

3. Respuesta emocional

El té tiene un efecto calmante sobre la mente y el cuerpo, lo que lo convierte en una bebida preferida en momentos de estrés, ansiedad o fatiga.

El simple hecho de preparar y beber té puede calmar los nervios y promover la relajación, reduciendo los niveles de estrés y mejorando su bienestar general. 

Por lo tanto, el deseo de tomar té puede deberse a una respuesta emocional al estrés, la ansiedad o los cambios de humor.

4. Preferencia de sabor

El sabor y el aroma del té son dos razones por las que muchas personas lo anhelan. La amplia gama de tipos de té disponibles ofrece opciones de sabores para satisfacer las preferencias individuales. 

Desde sabores atrevidos e intensos como el té negro hasta sabores calmantes como el té de manzanilla, hay algo para todos. El aroma del té estimula los sentidos olfativos, lo que mejora la experiencia gustativa. 

A medida que se activa el centro del placer del cerebro, puede provocar un antojo de té y un deseo de disfrutar de la sensación de sabor.

5. Práctica habitual

Por último, otra posible razón por la que se te puede antojar el té se debe a la práctica habitual de beber té. 

Si el té es algo que se ha acostumbrado a beber, puede convertirse en una parte rutinaria de su día. Beber té en un momento, lugar o con ciertos alimentos en particular puede convertirse en algo natural, creando una conexión mente-cuerpo que desencadena el antojo. 

Qué hacer cuando se te antoja el té 

Entonces, ¿qué debes hacer cuando te sobreviene ese antojo? A continuación te damos algunos consejos y trucos para saciar esas ganas de té.

1. Prepárate una taza de té 

En primer lugar, es importante identificar qué tipo de té te apetece. ¿Quieres algo dulce y cremoso, como un chai latte, o algo herbáceo y depurativo, como el té verde? 

Los diferentes tipos de té proporcionan diversos beneficios, por lo que es fundamental elegir el que mejor se adapte a tus necesidades.

Preparar té en casa es una manera fácil de satisfacer tu antojo. Le permite controlar completamente los ingredientes, la fuerza y ​​el sabor de su té. 

Ya sea que opte por preparar bolsitas de té o té de hojas sueltas, hay algo especial en hacer su propia taza. También puedes experimentar con diferentes mezclas, hierbas y especias para crear la mezcla perfecta.

2. Hidrátate

Si se siente cansado o letárgico, beba agua. Incluso una deshidratación leve puede provocar fatiga y dolores de cabeza. Beber agua puede ayudar a mantener tu cuerpo hidratado y mejorar tus niveles de energía. 

También puedes probar otras bebidas hidratantes como agua de coco, zumos de frutas frescas o infusiones de hierbas. Estas bebidas pueden ayudar a satisfacer su antojo de una bebida sabrosa y brindarle el impulso de energía que tanto necesita.

3. Consuma una comida equilibrada

Comer una comida equilibrada puede ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en sangre y prevenir caídas de energía. Una comida que combine carbohidratos complejos, proteínas y grasas saludables puede proporcionarle energía sostenida durante todo el día. 

Trate de evitar los alimentos procesados, ya que pueden darle un pico de energía temporal seguido de una caída. Comer frutas, nueces y semillas también puede proporcionarle un impulso de energía y mantener a raya sus antojos.

4. Haga ejercicio con regularidad

La cafeína no es lo único que puede mejorar tus niveles de energía. El ejercicio regular es una alternativa mucho más saludable. El ejercicio libera endorfinas, una “hormona de la felicidad” que puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y la energía. 

Intenta incluir al menos 30 minutos de ejercicio moderado en tu rutina diaria. También puedes probar el yoga o la atención plena para reducir el estrés y minimizar tus antojos. 

5. Toma una siesta energética

Si se siente cansado o agotado, tomar una siesta energética puede ayudarlo a rejuvenecerse. Una siesta de 20 minutos puede ayudar a mejorar su estado de alerta y sus niveles de energía.

Sin embargo, asegúrese de no tomar siestas por mucho tiempo, ya que puede alterar su ciclo de sueño y dejarlo atontado.

6. Explora los suplementos naturales

Existen varios suplementos naturales que pueden ayudar a mejorar tus niveles de energía. Los suplementos como el ginseng, la rodiola y la Ashwagandha pueden ayudar a reducir la fatiga y mejorar la claridad mental. 

Sin embargo, asegúrese de consultar con su proveedor de atención médica antes de tomar cualquier suplemento nuevo.

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Preguntas relacionadas 

¿Es el té adictivo? 

Si bien es cierto que el té contiene cafeína, que es un estimulante, no contiene suficiente cantidad como para causar adicción. De hecho, los estudios han demostrado que es casi imposible desarrollar adicción al té. 

La cantidad de cafeína en el té es mucho menor que la del café y no produce el mismo tipo de efecto asociado con las sustancias adictivas.

En segundo lugar, algunas personas confunden dependencia con adicción. La dependencia se refiere a la adaptación física del cuerpo a una sustancia, como la cafeína. 

Si bebe té con regularidad y deja de hacerlo repentinamente, puede experimentar síntomas de abstinencia, como dolores de cabeza e irritabilidad. Sin embargo, esto no significa que seas adicto al té. Simplemente significa que su cuerpo se ha acostumbrado a la cafeína y la necesita para funcionar correctamente.

En tercer lugar, el tipo de té también influye en si es adictivo o no. El té verde, por ejemplo, tiene menos probabilidades de causar adicción que el té negro porque contiene menos cafeína. 

Las infusiones de hierbas, que no contienen cafeína, tampoco son adictivas. Si le preocupa el contenido de cafeína de su té, puede elegir té descafeinado o limitar su consumo.

¿El té libera hormonas de la felicidad? 

Las hormonas de la felicidad, también conocidas como neurotransmisores, son sustancias químicas de nuestro cerebro que regulan el estado de ánimo, las emociones y el comportamiento social. Las cuatro principales hormonas de la felicidad son la dopamina, la oxitocina, la serotonina y las endorfinas. 

La dopamina es el neurotransmisor que nos hace sentir bien. Se libera cuando experimentamos algo placentero, como comer nuestra comida favorita, recibir un cumplido o alcanzar una meta. 

Un estudio reciente realizado en ratas encontró que beber té negro aumentaba los niveles de dopamina en sus cerebros. Si bien todavía se necesitan estudios en humanos, esto sugiere que beber té puede tener un efecto similar en nuestro cerebro.

La oxitocina a menudo se conoce como la «hormona del amor». Se libera en nuestro cerebro cuando nos sentimos conectados con alguien, como un amigo, pareja o familiar. 

Beber té puede aumentar los niveles de oxitocina en nuestro cuerpo , lo que puede generar mayores sentimientos de confianza, vínculos e interacción social.

La serotonina es la hormona «reguladora del estado de ánimo». Nos ayuda a sentirnos relajados, tranquilos y concentrados. Un estudio realizado con 14 participantes encontró que beber té verde aumentaba los niveles de serotonina en el cerebro. 

Si bien el estudio fue pequeño, sugiere que beber té puede tener un efecto positivo en nuestro estado de ánimo general.

Las endorfinas son la hormona que “alivia el dolor”. Se libera en respuesta a la actividad física, el estrés o el dolor y ayuda a aliviar las molestias. 

Un estudio realizado con bebedores de té encontró que quienes bebían té con regularidad tenían un umbral de dolor más alto que quienes no lo hacían. Esto sugiere que beber té puede promover la liberación de endorfinas en nuestro cuerpo.


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